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lunes, 31 de enero de 2022

Validez de las convenciones sociales (ideal de amistad, psiquiatría, psicología)

Es un hecho indiscutible que a cada ser humano corresponde una realidad. Aún cuando se habite en el mismo contexto espacial y temporal y el hombre de al lado sea su padre o hermano. Cada uno de nosotros configuramos una realidad, propia, única: “nuestra realidad” y esta es la clave esencial de la mayor parte de los problemas psicológicos, la filosofía de nuestro comportamiento y existencial.

De tal forma que nos encontramos entre dos fenómenos: “Lo real, físico y tangible y material” y la representación que nuestra consciencia, intelecto, carácter, experiencia y temperamento han hecho de ello. Así el sentido que demos a la vida, o a las cosas dependerá de estos factores.

Y entonces surge el problema. ¿En qué medida son válidas las convenciones sociales y las reglas de convivencia? ¿En que medida los psicólogos basan la autoridad de su palabra para determinar cuando una persona marcha fuera de camino?

Se tiene la idea de que las cosas deben discurrir de una determinada manera mas o menos universal. Que los hombres deben seguir una pauta mas o menos parecida” Si te apartas de esa pauta entonces te declaran con un problema mental; psicológico o psiquiátrico.

Supongamos que yo tengo un ideal de lo que es la amistad. Yo estoy convencido de que la amistad debe cumplir ciertas características para que lo sea. Y puesto que ese ideal responde a mi forma de concebir la vida y el mundo, muy probablemente no será compatible con la realidad de otra persona. El concepto que yo tenga sobre la amistad tiene que ver directamente con mi temperamento, mi grado de sensibilidad, mi cultura y mis valores;  los cuales es seguro que no correspondan a las pautas generales.

Entonces los Psicólogos y los Psiquiatras, y los propios amigos yerguen su bastón de mando y declaran que tenemos un problema neuronal o de autoestima. ¿Por qué? ¿Por que no es normal sentir  cariño por un amigo? No es normal declarar que se quiere a otra persona sin ser sometidos al calificativo de perturbados. Algo enfermizo hay en nosotros que no se ajusta a los lineamientos de lo “normal” ¿Qué son esos lineamientos de lo normal? 

Por mutuo acuerdo se ha considerado que lo normal es proceder con volubilidad, inconstancia y falta de honestidad. Es el panorama cotidiano que crean las sociedades en general. Y como Antonin Artaud decía:

Es así como una sociedad estropeada inventó la psiquiatría y la psicología para protegerse de las indagaciones de algunos iluminados superiores cuyas facultades de profecía les resultan molestas”

Tanto la Psicología como la Psiquiatría no tienen bases sólidamente fundamentadas para determinar que alguien con un comportamiento distinto se encuentra realmente perturbado. Ambas se basan en patrones de conducta relativos a lo que se considera normal. De ahí que haya gente confinada a tratamientos médicos y no tengan efecto alguno de mejora o simplemente no le sean necesarios.

El problema fundamental es dilucidar: ¿Qué se debe hacer si nuestras formas son incompatibles con las establecidas por acuerdo general? ¿llenarse de antidepresivos y calmantes y tratar de ser y hacer las cosas como todos? ¿Confinarnos en un psiquiátrico? ¿O seguir nuestras pautas afrontando las consecuencias a corto y largo plazo?

Mi naturaleza chirría como mecanismo oxidado solo de pensar en traicionar lo que soy, los pilares que sostienen mi realidad y hacen de mi quién yo soy.

En reciprocidad no se puede exigir que las cosas sean según nuestro juicio, así que todo consiste en que cada quién deambule llevando su realidad a cuestas.

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