Noche de Otoño
Primero las tardes se
hicieron mas frías y húmedas. El cielo se cubrió y de vez en
cuando se dejó sentir una lluvia fina y escueta, alternadas con
otras mas fuertes que arrastraron el fango y piedras colina abajo.
Cuando finalmente parecían a punto de soltar, la temperatura subió
y todo el fango depositado en la carretera proveniente de la ladera se secó y los autos levantaron una nube de polvo al pasar.
Tres días consecutivos sin lluvia y cielo encapotado durante la noche. Pero las
últimas lluvias del Verano comenzaron nuevamente la penúltima
semana de Septiembre y se mantuvieron toda la primer semana de Otoño.
Neblina por las mañanas, sol, y tormentas. Verdaderas tormentas por las tardes; quiero decir, truenos
relámpagos, colinas desgajadas, calles inundadas. Verdaderas
trombas. Por la mañana todo como si nada hubiese sucedido, los
pajarillos trinando, el cielo despejado. Un sol que parecía sonreír.
¡JAJA!
En todo ese tiempo las
nubes manutuvieron cubierto el cielo desde media tarde al amanecer del día siguiente.
Finalmente a la segunda noche de esta semana y
de la última lluvia, una estrella se mostró nítida tras un hueco
de las masas de nubes. El cielo escampó por un instante. Debía darme prisa. Las nubes
dieron paso a la luz lunar. La noche se hizo clara. La tierra húmeda. Y ahí esta; es simplemente una noche de Otoño. La imagen
lo dice todo. No hay nada mas que agregar. He esperado mucho para
sacar esta instantánea. Mirando al cielo todas las noches.
Significa mucho para mí
en lo sentimental. Es un secreto. Algo simbólico. Tiene que ver con
cierta posición de las estrellas que se repite año con año y se
configura solo en esta estación hasta el inicio de Primavera.
Siempre he creído que
mirar el cielo tiene su encanto; pero un encanto romántico y
melancólico.
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