He visto borrachos cometer infamias.
Una infamia cualquiera posee el mismo valor repudiable.
Y la gente culpa al alcohol.
Lo cierto es que el alcohol tiene la peculiaridad de mostrar lo mas honesto de nosotros mismos.
Emerge las infamias que reposan ocultas
en la sombra de si mismos,
adormece la guardia de nuestros sentidos
Y la misma explicación se manifiesta en borrachos que son
amistosos, alegres y amables.
El primero es gente ruin por naturaleza,
el segundo es gente buena por si.
Y algunas veces mostrar la verdad nos compromete;
el que parece frío y distante resulta un buscador
de amor.
Creo que fue Baudelaire el que dijo: ¡El hombre que no bebe,
tiene secretos que ocultar a sus prójimos!
Y yo lo que digo:
el alcohol es honesto.
¿Dónde está la objeción?
"El Borracho, Zarauz" Joaquín Sorolla |
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