Muerte y Belleza
"Sobre la tierra de la tumba;
derramo la leche, la miel, el vino
pues con esto se alegran los muertos"
Eurípides
Hace algunos días me encontré
con mi viejo amigo Enrique Méndez Ruiz recién llegado de la ciudad de
Aguascalientes, México. Estuvimos charlando un poco, y me comentó
que en Aguascalientes tuvo oportunidad de visitar el “Museo
Nacional de la Muerte” Básicamente se trata de un recinto donde
se exponen galerías de fotografías, pinturas, esculturas y figuras
relacionadas con el punto de vista Mexicano sobre la muerte. Un tema
que nunca deja de ser interesante.
Por alguna razón la muerte es
un tema que siempre me ha seducido. El de la foto es mi perrito a una hora, mas o menos, de su fallecimiento. Y, yo tenía que hablar de esto por que desprende una belleza especial que me quema los ojos. Quizás ustedes no lo noten pero esta ahí. Se de lo que hablo. La puedo percibir.
Sustancialmente la muerte es lo
contrario a nacer. Eso no es ningún misterio. Pensemos por un
momento en un cuerpo humano en estado de descomposición. ¿Qué
tendría de feo que no tiene un cuerpo en proceso de formación?
No hay que darle mayor escándalo
al asunto. Todo se resume en un montón de átomos. Los átomos que
forman el hueso y la carne: “La gestación es el contrario a la
pudrición y punto” El nacer a la muerte, o viceversa. (aunque ese
es otro tema, ambos son trances, los dos principales misterios.)
En la gestación los átomos se
integran unos con otros y conforman una masa según las leyes de un
proceso, en antagonía, la pudrición es la desintegración de los
átomos sujetos a las leyes de otra transformación. Feo es desde
nuestro punto de vista y nuestros patrones de lo "agradable". Fuera de ahí ¿Qué hay de extraño en eso?
Yo no encuentro otra cosa que procesos naturales y físicos; no estoy seguro si en esto (en especifico) se pueda encontrar fealdad o belleza.
Yo no encuentro otra cosa que procesos naturales y físicos; no estoy seguro si en esto (en especifico) se pueda encontrar fealdad o belleza.
Para mí, la desintegración de la carne y el hueso representa una
reintegración a nuestra unidad "La Tierra, Mi Tierra"
El problema raíz de todo es que
ni siquiera somos capaces de definir lo que es bello y feo. Y tampoco si realmente se puede definir o es un trabajo único de los sentidos.
"belleza y fealdad" Son
palabras que usamos a menudo. Creemos tener consciencia exacta de lo
que significan pero no es así. Todo es una falsedad, una apariencia. Una
idea fabricada en nuestro inconsciente, como en muchas otras cosas en
las que ha intervenido la idiosincrasia de nuestros padres, abuelos,
tíos, amigos y sociedad en general...
Nuestros temores, fantasías y prejuicios
que arrastramos al paso del tiempo son fruto de la educación recibida, de nuestras lecturas, de nuestros conocimientos adquiridos, de la religión... Todas
esas son cosas que condicionan nuestra forma de pensar.
Es algo muy importante
reivindicar el papel de nuestros progenitores. Ellos ponen la primer
piedra en el conglomerado de lo que será nuestro pensamiento y forma
de ver y conducirnos en el mundo. Posteriormente resulta
dificilísimo, si no es que imposible para la mayoría, arrancar esos
prejuicios en la vida adulta.
¡Y no son mas que eso,
prejuicios! lo que nosotros consideramos como presuntas verdades inamovibles o axiomáticas sin ser sometidas al análisis y el
autoconocimiento.
Si yo le preguntase a cualquier
persona sobre el método de su preferencia para ser ejecutado: “Silla
eléctrica, o gases” quizás con toda seguridad nos respondería que los
gases, cuando el método que representa menor sufrimiento es la
silla. La respuesta a esto es su imagen preconfigurada por lo que ha
escuchado sobre los métodos de ejecución y lo que ha visto en el cine mediocre. No se
detiene a indagar la verdad, si no que en automático, su cerebro
posee tal concepto ilusorio; bien cimentado como una “verdad”
Bueno, no se exactamente de
donde me proviene esta atracción por la muerte, quizás tenga su
origen en un intento de encarar mis temores. Lo único que si sé es
que con el paso del tiempo he logrado perder miedo a lo natural e
inevitable. Me siento mucho mas liberado, sin lugar a dudas, y ha
transformado mi visión que tengo sobre la vida; sencillamente he
aprendido a valorar lo que significa estar vivo y lo que tengo, y lo
que soy. He aprendido a vivir intensamente para que cuando llegue el día pueda entregar las botas sin pesares. Al fin de cuentas es lo
que la vieja cabrona nos echa en cara tarde que temprano: “No haber sabido apreciar la
vida” Bueno, pues hay que tratar de no darle gusto a la perra.
-La vida no es vida hasta que se acepta la muerte- Es así; un binomio conjugado. ¡No se puede desear la luz sin conocer la oscuridad!
Hasta luego.
-La vida no es vida hasta que se acepta la muerte- Es así; un binomio conjugado. ¡No se puede desear la luz sin conocer la oscuridad!
Hasta luego.
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