Yoga Vasistha
He estado tomando algunas
notas del Yoga Vasistha a medida que leo. La idea principal es "Todo
es ilusión" y maneja el concepto del Brahman como esencia de
la cual desprende todo: El Origen, la unidad total y final.
De tal forma que nosotros
somos el Brahman, lo que somos y lo que es todo, es Brahman. Lo que
vemos: el Velo de Maya o la ilusión, la cual se crea por
inmediación de nuestra consciencia y ego.
Según el libro dice:
"El mundo es la
consciencia. La consciencia se despliega como akasha. Después
aparece como aire, dotado de propiedad de movimiento.
Luego aparece como
fuego, agua y tierra con diferentes minerales, y a continuación,
formando los complejos cuerpos de los seres vivos."
La existencia se puede
comprender con la siguiente parábola:
"El Océano es agua,
las olas también son agua, pero cuando estas olas se dibujan en la
superficie del océano, vemos ciertas ondulaciones y rizos que
parecen realidades diferentes al agua con que están hechas. Lo mismo
ocurre con el universo."
Entonces la liberación
consiste en dejar de ser Jiva (sujeto no liberado) y mirar al vacío,
el Brahman es vacío y no se concibe en espacio y tiempo.
Ideas fascinantes sin
duda.
También habla sobre la
muerte:
“La
muerte individual es la desaparición del cuerpo, la disolución de
la consciencia. Cuando esta llega a su fin despertamos a nuestra
condición mental, que sólo es la materialización de nuestras
ideas, conceptos e ilusiones. El individuo o jiva, crea otro mundo
después de su muerte.
Como
los objetos de tus sueños nocturnos se desvanecen cuando
despiertas, los de tu largo sueño diurno se desvanecerán y perderán
su pretendida realidad a la hora de la muerte. De modo que todas las
cosas, por muy encantadoras y convincentes que nos parezcan en
nuestro sueño diurno o estado de vigilia, son irreales.”
Lo que vemos es lo que en
realidad llamó Platón “El mundo fenoménico”; lo que podemos
percibir con nuestros sentidos, podría extrapolarse la idea a “Lo
ilusorio”
Hay
quién podrá decir que el intelecto y el conocimiento es un
obstáculo a la percepción de la verdad. Y que entre mas se conozca
mas desdichados somos. Que es preferible la ignorancia y el no ser
nada. En efecto. Pero el problema es que la ignorancia es solo
ignorancia y el sujeto permanece en ella estando muy lejos de la
liberación y del no ser nada, y de la completa vacuidad. En otras
palabras “cree ser nada” pero asediado por los deseos, la
ilusión, la ira, el ego, la avaricia, la no humildad e incluso la
concepción de la humildad. (Es lo que el texto denomina como Jiva,
no liberado) Así entonces es posible argumentar que “la
ignorancia” no libera.
El
Jiva esta latente a ir, en cualquier momento, en pos hacía lo
ilusorio o banal. Permaneciendo en el ahamkara (ignorancia), tras el
velo de maya o el mundo fenoménico de Platón.
Cuando
se ha comprendido que todo es una ilusión, no necesitamos bregar por
ser humildes, pues el ego caerá de inmediato y con el la no
humildad. Lo que permite percibir todo como lo hacemos es la
consciencia y el ego. De ahí que si accedemos a este nivel el ego
caerá y desaparecerá la no humildad con todo y su antagónico.
Todo
es pues una ilusión.
El
Brahman, según mi juicio, no es exactamente la voluntad de
Schopenhauer pero comparte ciertas similitudes, véase: “ El mundo como voluntad y representación” Aunque la idea no deja de
ser muy similar y tener una marcada influencia.
Yo
me introduje en estos temas a partir de que me topé con la obra de
Schopenhauer; desde ese momento su pensamiento fue de vital
importancia en mi manera de mirar el mundo. Mejor dicho previo a
encararme con la obra de Schopenhauer debo decir que presentaba ideas
incipientes. No estoy seguro pero creo que todo comenzó en la
infancia; tendría yo al rededor de unos nueve años, quizás mas, no
recuerdo. Crecí en el seno de una familia católica y piadosa. La
mayor parte del tiempo, a partir de mi salida del Colegio, “cabe
decir, un colegio católico” la pasaba con mi abuela, también
religiosa al extremo. No obstante, en lo personal, algo en mi tierna
cabeza infantil se resistía a aceptar la idea de un ser omnipotente
y omnipresente. Algo me decía que todo eso era una farsa, una
autentica mentira. Nunca fui un niño con mucha inocencia. Por
supuesto mantuve esto en secreto como si fuese un crimen. Mas tarde
me revelé. Como a todo en la vida se le llega su hora. Lo siguiente
creo que fue la filosofía de Henry David Thoreau, los Diálogos, y
Diogenes “el perro”. Y el concepto de la Ataraxia propuesta por
los epícureos. Eso terminó por germinar la semilla. Luego llegó
Schopenhauer y de ahí la filosofía hinduista y oriental.
Para
mí, el pensamiento de Schopenhauer fue haberme encontrado con algo
revolucionario, distintinto... una explicación cabal y original del
mundo. Algo como:
-Mira
aquí esta esto... esto es la verdadera explicación del mundo...
Ahí
encontré la justificación ha varios asuntos que me venían rondando
en la cabeza desde la infancia. Viejas ideas enraizadas y anudadas.
No
obstante a ello he ido creando mi propia manera de ver el mundo. No
profeso ninguna filosofía ajena, ni religión alguna. Creo que todo
esto ha sido una base o mera influencia para mi forma de concebir la
vida. Pero si fue lo que me permitió descubrir que nuestra tarea es
un camino de autoexploración y de autoconocimiento para dar con
aquellas cosas causales del sufrimiento. Analizar todo lo que hay
en nuestro interior para conseguir la liberación, o lo que los
viejos Griegos conocían como la “Ataraxia” o el “Nirvana” o
la “Liberación”
Hago
tanto hincapié en el autoconocimiento porque es la única forma que
tenemos para comprender la verdad. Todo lo demás son impedimentos;
religiones, creencias, falsas filosofías, sacerdotes, guías.
gurús... ¡La pompa y la parafernalia de los templos y las imágenes
religiosas...” todo esto son obstáculos para llegar a un camino un
poco menos desdichado. No se diga ¡La idea de un dios
contradictorio; cruel, benigno y vengativo!.
Si
nosotros ubicamos como fuente de sufrimiento, la vanidad, la no
humildad, la envidia, la ira... los miedos, hace falta un análisis
de nosotros mismos para llegar hasta las raíces de ese problema y
así poderlas eliminar. Consiste en un trabajo espiritual. En
comprender que aquello solo es ilusorio. No basta con empeñarse en
tratar de lograr un cambio a patadas y fuerza. Hace falta trabajo
espiritual, interno.
La
única forma viable que yo veo para conseguir la liberación tiene
que ver con controlar nuestra mente “autocontrol” en base al
autoconocimiento.
Al
menos reconozco cuatro premisas básicas para partir al
autoconocimiento:
1.-
Establezco como base, la aceptación de la vida plagada de desdichas
y calamidades
(pesimismo).
2.-
La felicidad solo es un ideal imposible de alcanzar. (prototipo de
perfección)
3.-
Conocerse a uno mismo. (Indagar)
4.-
En consecuencia a la “tercer premisa” desechar de forma paulatina
la causa prima de
cada
desdicha por separado a modo de cadena causal.
Bueno, les dejo con unas últimas lineas del Yoga Vasistha:
“La
superación de la atracción y la repulsión por un esfuerzo de la
voluntad, todavía no es verdadera sabiduría, si no mera fuerza de
voluntad.”
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