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viernes, 24 de agosto de 2018

Yoga Vasistha




Yoga Vasistha
He estado tomando algunas notas del Yoga Vasistha a medida que leo. La idea principal es "Todo es ilusión" y maneja el concepto del Brahman como esencia de la cual desprende todo: El Origen, la unidad total y final.
De tal forma que nosotros somos el Brahman, lo que somos y lo que es todo, es Brahman. Lo que vemos: el Velo de Maya o la ilusión, la cual se crea por inmediación de nuestra consciencia y ego. 

Según el libro dice:
"El mundo es la consciencia. La consciencia se despliega como akasha. Después aparece como aire, dotado de propiedad de movimiento.
Luego aparece como fuego, agua y tierra con diferentes minerales, y a continuación, formando los complejos cuerpos de los seres vivos."
La existencia se puede comprender con la siguiente parábola:
"El Océano es agua, las olas también son agua, pero cuando estas olas se dibujan en la superficie del océano, vemos ciertas ondulaciones y rizos que parecen realidades diferentes al agua con que están hechas. Lo mismo ocurre con el universo."
Entonces la liberación consiste en dejar de ser Jiva (sujeto no liberado) y mirar al vacío, el Brahman es vacío y no se concibe en espacio y tiempo.
Ideas fascinantes sin duda.
También habla sobre la muerte:
La muerte individual es la desaparición del cuerpo, la disolución de la consciencia. Cuando esta llega a su fin despertamos a nuestra condición mental, que sólo es la materialización de nuestras ideas, conceptos e ilusiones. El individuo o jiva, crea otro mundo después de su muerte.
Como los objetos de tus sueños nocturnos se desvanecen cuando despiertas, los de tu largo sueño diurno se desvanecerán y perderán su pretendida realidad a la hora de la muerte. De modo que todas las cosas, por muy encantadoras y convincentes que nos parezcan en nuestro sueño diurno o estado de vigilia, son irreales.”
Lo que vemos es lo que en realidad llamó Platón “El mundo fenoménico”; lo que podemos percibir con nuestros sentidos, podría extrapolarse la idea a “Lo ilusorio”

Hay quién podrá decir que el intelecto y el conocimiento es un obstáculo a la percepción de la verdad. Y que entre mas se conozca mas desdichados somos. Que es preferible la ignorancia y el no ser nada. En efecto. Pero el problema es que la ignorancia es solo ignorancia y el sujeto permanece en ella estando muy lejos de la liberación y del no ser nada, y de la completa vacuidad. En otras palabras “cree ser nada” pero asediado por los deseos, la ilusión, la ira, el ego, la avaricia, la no humildad e incluso la concepción de la humildad. (Es lo que el texto denomina como Jiva, no liberado) Así entonces es posible argumentar que “la ignorancia” no libera.
El Jiva esta latente a ir, en cualquier momento, en pos hacía lo ilusorio o banal. Permaneciendo en el ahamkara (ignorancia), tras el velo de maya o el mundo fenoménico de Platón.
Cuando se ha comprendido que todo es una ilusión, no necesitamos bregar por ser humildes, pues el ego caerá de inmediato y con el la no humildad. Lo que permite percibir todo como lo hacemos es la consciencia y el ego. De ahí que si accedemos a este nivel el ego caerá y desaparecerá la no humildad con todo y su antagónico.
Todo es pues una ilusión.
El Brahman, según mi juicio, no es exactamente la voluntad de Schopenhauer pero comparte ciertas similitudes, véase: “ El mundo como voluntad y representación” Aunque la idea no deja de ser muy similar y tener una marcada influencia.
Yo me introduje en estos temas a partir de que me topé con la obra de Schopenhauer; desde ese momento su pensamiento fue de vital importancia en mi manera de mirar el mundo. Mejor dicho previo a encararme con la obra de Schopenhauer debo decir que presentaba ideas incipientes. No estoy seguro pero creo que todo comenzó en la infancia; tendría yo al rededor de unos nueve años, quizás mas, no recuerdo. Crecí en el seno de una familia católica y piadosa. La mayor parte del tiempo, a partir de mi salida del Colegio, “cabe decir, un colegio católico” la pasaba con mi abuela, también religiosa al extremo. No obstante, en lo personal, algo en mi tierna cabeza infantil se resistía a aceptar la idea de un ser omnipotente y omnipresente. Algo me decía que todo eso era una farsa, una autentica mentira. Nunca fui un niño con mucha inocencia. Por supuesto mantuve esto en secreto como si fuese un crimen. Mas tarde me revelé. Como a todo en la vida se le llega su hora. Lo siguiente creo que fue la filosofía de Henry David Thoreau, los Diálogos, y Diogenes “el perro”. Y el concepto de la Ataraxia propuesta por los epícureos. Eso terminó por germinar la semilla. Luego llegó Schopenhauer y de ahí la filosofía hinduista y oriental.
Para mí, el pensamiento de Schopenhauer fue haberme encontrado con algo revolucionario, distintinto... una explicación cabal y original del mundo. Algo como:
-Mira aquí esta esto... esto es la verdadera explicación del mundo...
Ahí encontré la justificación ha varios asuntos que me venían rondando en la cabeza desde la infancia. Viejas ideas enraizadas y anudadas.
No obstante a ello he ido creando mi propia manera de ver el mundo. No profeso ninguna filosofía ajena, ni religión alguna. Creo que todo esto ha sido una base o mera influencia para mi forma de concebir la vida. Pero si fue lo que me permitió descubrir que nuestra tarea es un camino de autoexploración y de autoconocimiento para dar con aquellas cosas causales del sufrimiento. Analizar todo lo que hay en nuestro interior para conseguir la liberación, o lo que los viejos Griegos conocían como la “Ataraxia” o el “Nirvana” o la “Liberación”
Hago tanto hincapié en el autoconocimiento porque es la única forma que tenemos para comprender la verdad. Todo lo demás son impedimentos; religiones, creencias, falsas filosofías, sacerdotes, guías. gurús... ¡La pompa y la parafernalia de los templos y las imágenes religiosas...” todo esto son obstáculos para llegar a un camino un poco menos desdichado. No se diga ¡La idea de un dios contradictorio; cruel, benigno y vengativo!.
Si nosotros ubicamos como fuente de sufrimiento, la vanidad, la no humildad, la envidia, la ira... los miedos, hace falta un análisis de nosotros mismos para llegar hasta las raíces de ese problema y así poderlas eliminar. Consiste en un trabajo espiritual. En comprender que aquello solo es ilusorio. No basta con empeñarse en tratar de lograr un cambio a patadas y fuerza. Hace falta trabajo espiritual, interno.
La única forma viable que yo veo para conseguir la liberación tiene que ver con controlar nuestra mente “autocontrol” en base al autoconocimiento.
Al menos reconozco cuatro premisas básicas para partir al autoconocimiento:
1.- Establezco como base, la aceptación de la vida plagada de desdichas y calamidades
(pesimismo).
2.- La felicidad solo es un ideal imposible de alcanzar. (prototipo de perfección)
3.- Conocerse a uno mismo. (Indagar)
4.- En consecuencia a la “tercer premisa” desechar de forma paulatina la causa prima de
cada desdicha por separado a modo de cadena causal.


Bueno, les dejo con unas últimas lineas del Yoga Vasistha:
    La superación de la atracción y la repulsión por un esfuerzo de la voluntad, todavía no es verdadera sabiduría, si no mera fuerza de voluntad.”

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