Existen muchas situaciones que nos colocan en un contexto de aislamiento. Lo primero que solemos pensar cuando escuchamos la palabra “Aislamiento” es la soledad. Pero ese es el camino fácil. Si analizamos un poquito con calma el problema, descubrimos que la sociedad también es un camino al aislamiento. No es difícil ver esto. Muchas veces lo he manejado en este blog. Siempre a las personas que conozco suelo decirles: “Yo no soy un hombre del mundo, un hombre universal” No me debo a ninguna bandera, país, himno, grupo político, religioso o cultural. La cultura vernácula de mi lugar de nacimiento no definen mi carácter ni personalidad. Pues hay otros factores implícitos en los que ahondaré en entradas futuras. Y esta pertenencia al ser humano, al mundo, esta declaración de entrega a la universalidad es debida a que siempre a lo largo de mi vida he buscado el tratar de extender mis fronteras. Mirar mas allá. Lo mas lejos posible. No paro de buscar las maneras de perfeccionar mi catalejo. Y esto no es otra cosa que tratar de conocerse a sí mismos, y estar muy atentos a todo lo que nos rodea y a las ideas que se nos presentan.
No se trata solo de un asunto de tomar o dejar. De aceptar y rechazar. Lo que digo en este blog y como su nombre lo ostenta “Artículos para reflexionar” yo no busco que alguién entre aquí y adopte lo que aquí digo a pies juntillas. El objetivo es dejar espacios vacíos para que el lector pueda discernir si está de acuerdo o no, o sacar conclusiones. Y fomentar el espíritu de investigación. Y uno de los males de estas sociedades modernas es que nos hemos vuelto perezosos para pensar. Uno busca lo que ofrece soluciones prácticas y contundentes. Los psicólogos hacen su fortuna. Los gurús, los blogs que ofrecen una solución inmediata a nuestros problemas. Algunos a cambio de dinero incluso. Todo ello abunda. La sociedad actual es la sociedad de lo enlatado. Y la gente hormiguea en esos sitios porque eso busca. Busca un alivio rápido, sin esfuerzo. Busca soluciones prácticas. Algo. Una serie de pasos que los haga escapar de si mismos. Todo están dispuestos a pagar. Dispuestos a tomar medicamentos, dispuestos a evadirse de cualquier manera práctica con tal de escapar de si mismos. De su miedo, de sus temores. Lo cierto es que no importa a dónde corramos el problema nos seguirá de cerca. De lo contrario no habría tanto infeliz. Porque el problema lo llevamos con nosotros mismos. El mundo solo existe en relación nuestra. Luego nuestro sufrimiento se encuentra y trata de hacer simbiosis con el de otra persona. En el poema anterior lo que trato de expresar es esta relación. Uno o ama u odia y padece en relación a nuestro interior.
Ahora retomando al tema central sobre el aislamiento. He pensado. Pienso por ejemplo en la soledad. Pero también pienso en la familia, en el matrimonio, en las relaciones sentimentales. Y me digo que el matrimonio genera aislamiento. Por fuerza. Quizás alguna persona se vería tentada a rebatir esta declaración argumentando que depende del estado psicológico de los integrantes. En parte si. Pero el significado mismo de matrimonio. “El contrato” celebrado ya por si mismo implica obligaciones. Pues se firma un compromiso de permanecer sobre todas las cosas con otra persona. Y esa es la idea que la sociedad nos infunde. Naturalmente que la familia representa la célula, el elemento básico de la estructura social. Lo que por si mismo ya es sospechoso. ¿Esa estructura social? ¿Tiene que ser de ese modo?... El advenimiento de la descendencia y la formación de una familia genera aún mas aislamiento. ¡Por supuesto! Esto podrá parecer absurdo. Pero como ya mencioné. Este contexto de vida genera y exige unas determinadas pautas. Y esas pautas son las que restringen y nos ponen en una situación de aislamiento respecto a los demás. Y generan en suma un impacto en la manera como nos relacionamos con el resto de las personas y el mundo. Pues las exigencias aparecen. Y si esas exigencias no se acordaron en el contrato; se demandan y se deberán cumplir o se rompe. Y en el peor de los casos uno de los integrantes pasa a ser una especie de objeto de uso particular del otro. Un escabel donde poner los pies cuando llega cansado. Todo eso es lamentable y sucede. Todos sabemos que son cosas que suceden. Y aveces es evidente el nivel de control que las personas tienen respecto al cónyuge. En una situación de control. De contrato. Una situación en la que "yo te doy, tu me das" por obligación no subyace el amor verdadero porque no hay libertad. Hay control. No libertad. Solo apego inseguro en cualquiera de sus forma y malas relaciones. Pues la gran cantidad de matrimonios fracasados lo confirman. Y la gente piensa que eso es amor. Con esto no pretendo decir que la gente no se una en matrimonio. Solo es una toma de conciencia de lo que implica y de como, quizás, se podría llevar una relación más libre y de igualdad. Para que toda relación humana florezca ambas personas deberán contribuir.
Ahora pongamos otro ejemplo. Si declaro: Pertenezco a este u otro grupo social. ¡Por numeroso que sea! Si por ejemplo declaro ser de izquierdas o de ultraderecha. O de pertenecer a un partido político o de venerar un trozo de tela (llámese bandera) esas son otras situaciones que nos arrojan al aislamiento. Porque nuestro grupo es reducido en comparación con el resto de personas.
Si declaro: “Soy católico, budista, protestante...” y me ciñó solo a los preceptos de estas religiones sin discernimiento y apertura mental crearé aislamiento. Esto es fácil de ver. ¿Cuántos católicos rechazan tan siquiera cruzar unas cuantas palabras con personas que pertenecen a otras religiones? y si las cruzan son en una actitud de crítica. Las tratan como bichos condenados. A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de conocer gente que pertenece a diferentes grupos sociales y están tan encasillados en su mentalidad que aún cuando sus ideas a todas luces son absurdas ellos continúan en su neblina.
Otro ejemplo evidente es lo que sucede con los grupos raciales y neonazis que surgen en algunos países del mundo. Son grupos sociales minoritarios aislados y completamente estupidizados. De miras estrechas. Y aunque grupo social; están aislados y condenados a la extinción.
Ejemplo podemos encontrar muchos. Casi en todos los ámbitos del comportamiento humano. Casi en todo.
Solo quiero abrir conciencia del problema. Porque gran peso de nuestra carga e insatisfacción por la vida proviene de la manera en que nos relacionamos con el mundo. Si me declaro: “Nacionalista” mi mente será adoctrinada. Lo que significa castrada. Limitada. Hará de mi un ser abobado y estúpido y altamente intolerable. Creeré que mi nación es superior a todas. Que no hay nada mas allá de esto. Y me cerraré al intercambio y enriquecimiento que provenga de lo exterior. Y esto es un problema muy grave que se está viendo en muchas estructuras estatales como es el caso de México. Si digo: “Yo soy defensor del presidente o de la presidenta” me veré obligado incluso de recurrir a la violencia. Y tales actitudes solo conducen a un alejamiento. No suponen un cambio genuino.
Si me siento dueño de la libertad de otra persona en nombre del amor: no estaré mas que haciendole miserable y evitaré que florezca. Y no podrá existir un intercambio positivo. No habrá libertad.
La historia nos lo señala. Piense en todos esos sistemas totalitarios.
Contrastando lo anterior con la soledad. En tal sentido la soledad es un estado de mayor libertad. Pero soledad, hablando de soledades. Existe la soledad que nos paga con libertad, con autoconocimiento, con independencia, con introspección y es positiva. Y existe aquel otro estado que suele confundirse y que tampoco es deseable y se debe trabajar en estudiarlo y es la sensación de sentirse solo en medio de las multitudes. Este tipo de soledad es nefasta porque no es otra cosa que una reacción de la negación a no pertenecer a algo. Puede llevarnos a cometer errores como afiliarnos al partido de izquierdas o de derechas. O peor aún a adorar un trozo de tela, madera, o piedra. O garrafal aún. ¡Matar en bien de la sociedad! O a la competencia. O incluso a deformar el idioma con cosas tan ridículas como "El idioma no sexista" o a fomentar esa competencia que en muchos de nosotros nuestros padres engendran en uno.
El idioma no sexista es un ejemplo de cuándo los fenómenos no se analizan de forma adecuada. Y se quedan en un plano superficial que no lleva a ningún cambio.
¿Por qué el mundo está tan mal? Relaciones. ¿Estamos relacionándonos de manera correcta? No se trata de renunciar a las relaciones. Se trata de relaciones sensatas que permitan el bienestar nuestro y de todos con los que convivimos. Pero para descubrir las causas de nuestro comportamiento es necesario conocer lo que nos afecta.
A la relación no podemos escapar. Porque así se trate del sujeto que va y se marcha a la montaña; de cuando en cuando realiza excursiones a la ciudad o al pueblo a realizar intercambios de alimentos por herramientas. Y establece su sistema de trueque. O se atiende alguna enfermedad. He incluso traba amistad con la gente del pueblo. El sujeto que se marcha a vivir en soledad es sano cuando tiene un fin de introspección y necesidad de pensamiento. El cavilar sobre aquello que le llevará a florecer y permitir que los demás florezcan. Cuando se marchan por odio será un sujeto que perecerá. (Léase el caso de Unabomber)
Sea cual sea nuestro contexto. Si hay malas relaciones habrá sufrimiento. Entonces es necesario detenernos y hacer conciencia: ¿Cómo está siendo esa relación? ¿Qué hay de malo en esta relación? ¿Qué pensamos que pueda estar afectando? Acaso será: ¿La competitividad? ¿El apego inseguro? ¿La demanda de atenciones? ¿Qué es lo que nos lleva a sufrir en una relación de amistad, amorosa, matrimonial y con el resto del mundo y la vida? ¿Por qué alguien de pronto le quiere asestar una patada al perro del vecino? El pobre animal no tiene la culpa de nuestra miseria. Mejor hagamos una buena relación con él. Uno nunca sabe si termine salvándonos el trasero en situaciones comprometidas con sujetos iracundos y resentidos. Como pasa en mi barrio. A mi me conocen todos los perros de por aquí. Y no le presagio nada bueno a quién pretenda dañarme. Hemos creado un grupo social.
La idea central es tomar conciencia de la manera en que nos relacionarnos en lugar de causar separación y enemistad. Buscar soluciones para que todos podamos beneficiarnos y pugnar por un poco de paz en todas las esferas. Mientras no hagamos conciencia de ello el mundo seguirá con todos los problemas y no habrá enriquecimiento. Nos quejamos demasiado. ¿Qué podemos hacer? Comenzar por nosotros mismos.
Esto es terrible porque así como nosotros, personas comunes y corrientes, no sabemos relacionarnos. O no buscamos la mejor forma de relación que nos lleve a un estado mas libre, sensato y agradable. Así nuestros gobernantes son igualmente personas insensatas e inhábiles en su relación con el mundo. Y lanzo la piedra a todos los que constituimos el mundo. No solo al caso de México. Pues todos somos unidad.
Actualmente, en ratos libres, he estado jugando un videojuego de computadora llamado
“Civilizations VI” que trata de construir un imperio. Desde la antiguedad hasta el 2050 pasando por la fisión nuclear. Y es fascinante y complicado. A la par de tu civilización se encuentran otras naciones con las que se deberán tomar decisiones, relaciones, diplomacia, desarrollar, religión, pensamiento, arte, ciencia, leyes, economía. Se entrará en guerra. Llegarán los tiempos de paz... El juego es famoso por su alto contenido histórico y educativo y la toma de decisiones. Las relaciones son complicadas. Estoy jugando con Felipe II, si mi civilización se demora en expandirse Marco Ulpio Trajano se aparece, te exige, se enoja y te amenaza con la espadilla. Pero para expandir la colonia tengo que bajar al continente Africano y no es viable. Es mejor desarrollar la industria marítima y bajar por el estrecho de Gibraltar y eso cuesta cuarenta y cinco turnos, que si descuido la ciencia y las artes Pedro el grande me manda al cuerno. Gandhi es inofensivo. No se enoja, pero no para de pedir; que un poquito de Arroz. Que la tecnología de la rueda... pide y pide y siempre pide...
Y todo ello me lleva a pensar en lo que somos como humanidad esto: ¡Como nos relacionamos! Si dos amigos se separan por una pelea, si tienen desacuerdos lo mas simplón es terminar la relación. Pero si son inteligentes habrá análisis. Si estamos desprovistos de egoísmo, de soberbia, de ambición eso nos llevará a analizar nuestra relación y apelar por una transformación positiva. A mi me pasó una ocasión con un amigo. Por fortuna tuve la feliz inspiración aunque rudimentaria en ese entonces, de analizar lo que estaba haciendo mal. Recapacitar sobre lo estúpido de mi comportamiento. Pues era proclive a muchas conductas destructivas. El me tuvo mucha paciencia pues es una persona muy sabia. Los problemas se esfumaron, hubo más comprensión, libertad y entendimiento. Las fricciones desaparecieron. Y nuestra amistad aún perdura y va para mas de una década. Y aquellos problemas pasaron en tiempos en que yo era más joven y atolondrado. Estaba pasando por tiempos duros también. Y estuvo ahí. Además yo tenía aún muchas ideas no trabajadas. Muchas que me faltaba por descubrir. Por desgracia uno aprende mientras vive. Y esa evolución mía se puede comprobar en este blog. Quién se tome la molestia de leerlo, verá el progreso que ha ido marcando mi visión. Es un historial. Esto solo terminará con la última de mi transformación: la muerte. Pero aún ahora que soy joven busco vivir de la mejor manera posible porque la muerte puede sobrevenir en el momento menos inesperado. El ser conciente de la necesidad de saber vivir ya es ganancia. Porque la vida no es tema de mudarnos de sitio. No es tema de ir al fin del mundo y establecernos. No podemos escondernos en el vientre de la ballena. Si no sabemos vivir, el sufrimiento solo se aplaca por unos días pero luego retorna. Eso es debido a que no hemos detectado sus raíces. El indagar sobre nuestras relaciones, nuestras conductas, nuestra miseria solo se logra auto conociéndonos. Y esto es importante. Porque una relación. ¡Cuando se aprende de una relación! siempre es un espejo de nosotros mismos. Podemos entonces obtener un reflejo nuestro de una manera fiel. Es en parte de lo que trata el poema anterior. Y aunque esto está implicado en el plano de lo mental es una acción. Si trabajamos la mente el resto de nuestras acciones impactarán de forma positiva al resto de las personas.