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martes, 2 de abril de 2019

Tao yuanming (antipoesía)


Aquí dejo algunos poemas de Tao Yuanming (365-427). No se conoce con exactitud su fecha de nacimiento y muerte, solo es un aproximado. Así como también no se ha podido avanzar demasiado en los trabajos de datación de sus poemas. Aveces porque existe escasa información que se ha perdido a través del tiempo: quizás por ser poetas tan antiguos, o el contexto social donde vivían. No se exactamente. 
Fue un poeta pionero en usar un lenguaje no poético en sus manifestaciones artísticas. Escribiendo esto no puedo evitar dejar de pensar en el termino “Antipoesía” entendiendo por esto que la antipoesía es una ruptura que se crea a la hora de escribir; rompe con todos los parámetros que definen a una poca y estilos. Aunque después de todo la Antipoesía también es poesía. Y esto desde mi concepción fue lo que logró crear Tao Yuanming. 
En lo personal tengo una marcada admiración por la poesía Oriental. Como algunos de ustedes quizás se han dado cuenta, he tratado de escribir algunos poemas breves muy parecidos o “pretendiendo” al menos (de manera inconsciente) tener una afinidad con el tradicional Haiku Japones: porque considero este tipo de expresión como pequeñas pompas de vida de las que emanan mucho mas de lo que creemos. "Como pequeñas salpicaduras de vida y energía"
Decía el poeta Takuboku: "Quién estima la vida deberá saber apreciar las pequeñas cosas que suceden a diario y que solemos dejar pasar desapercibidas"
En realidad yo ignoro si son malos o buenos. Mi intención cuando los escribí no fue esa. Surgieron en un periodo de mi vida en el que estaba pasándola muy mal, y para mí, esas breves frases que tengo por ahí guardadas en un sitio de mi disco duro, fueron la mejor forma de Catarsis que pude encontrar. Y por mucho tiempo las dejé ahí, enterradas “bajo la tumba de los bits” sin mostrarlas a nadie porque son trozos de mi mismo. Aún a la fecha tengo ciento de ellos por ahí. Ya las iré mostrando de a poco. Pasiones y deseos y frustraciones ahí encerradas.
Y como en la vida de muchas personas, existen momentos buenos, pero también momentos en los que se requiere de estar solo y realizar una “limpieza” interna; creo que la poesía es la manera mas eficaz de lograrlo. Hasta el momento no he podido encontrar ningún tipo de penalidad del día a día, que la lectura de un buen puñado de poemas no pueda solucionar. Y Tao Yuanming es uno de los poetas mas frescos y reconfortantes que conozco para esos casos de resaca anímica.
No hago mas largo esto, espero les agrade.

* * * * * * * * * *

De vuelta al campo - 5 poemas


1
Nunca fui como los demás,
ya de chico me gustaban las colinas y montañas.
Por un descuido caí en la red del polvo
y rápidos pasaron trece años.
El pájaro en la jaula extraña el bosque,
el pez en el estanque anhela las profundidades.
Desmalecé un terreno al sur y vivo rústicamente;
he vuelto a mi tierra.
Tengo unas hectáreas por aquí
con una casita de varias habitaciones,
Olmos y sauces dan sombra en la galería de atrás
y varios durazneros y ciruelos verdean en el jardín del frente.
Lejano, tras la bruma, se divisa un caserío,
el humo de sus chimeneas se ve en lo abierto.
Perros ladran en sendas lejanas y
gallos cantan trepados a los arbustos.
Detrás de mi puerta todo ordenado y limpio
lugar de sobra en mis habitaciones para holgazanear.
Luego de tanto tiempo en la trampa
De vuelta al fin, otra vez en la naturaleza.


Poema 2
Acá en el campo, poco me relaciono con la gente.
No llegan carros ni caballos a mi pobre camino.
El sol da en la puerta cerrada
y no hay preocupaciones vanas en mis habitaciones vacías.
De vez en cuando, por los serpenteantes senderos
apartando los yuyos crecidos, me cruzo con algún vecino.
En esos encuentros nuestra charla se reduce
a cómo están las moreras o el cáñamo.
Mis cultivos crecen día a día y
se extienden más y más mis sembrados.
Ahora solo temo a heladas y granizo
que pueden arruinarlo todo en una noche.
Poema 3
Al pie de la montaña del sur planté habas
los yuyos crecieron muy bien, pero mis habas, ¡pocas brotaron!
Madrugo, y paso el día carpiendo los yuyos
acarreando la luna vuelvo con mi hazada al hombro.
El sendero es angosto y el yuyal está muy crecido
el rocío del anochecer empapa mis ropas.
No me importa que mis ropas se humedezcan
Me sirve para practicar el wu wei.


Poema 4
Tanto tiempo sin vagar por laderas y lagunas,
privado del placer de las colinas y los bañados.
Pero hoy acompañado por hijos y sobrinos
apartando los yuyos, encontramos un caserío abandonado.
Anduvimos por entre unas tumbas,
apenas se reconocía el lugar en donde habían vivido,
quedaban restos de chimeneas y pozos de agua,
restos podridos de moreras y silos de pasto abandonados.
Pregunté a uno que andaba juntando leña:
“¿Dónde fue toda esta gente?”
El leñador me contestó:
“Idos o muertos, no queda nada.”
"En una generación cambia la corte y la gente del mercado".
Creanme, no es una frase vacía.
La vida humana es como un conjuro, una ilusión,
y al final, todo vuelve a la nada.


Poema 5
Entristecido, apoyado en mi bastón vuelvo a casa solo
por el intrincado sendero entre los yuyos.
El arroyo de la montaña baja claro y poco profundo,
ahí refresco y lavo mis pies.
Cuelo un poco de vino nuevo
e invito a mi vecino a comer un pollo.
El sol se pone, la habitación se oscurece,
no encendemos lámparas, que las brasas nos iluminen.
Nos invade la alegría, y la noche se vuelve corta,
ya, está otra vez amaneciendo…

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