Incinerador
La chimenea que se puede observar al fondo de la instantánea pertenece a un incinerador de restos. ¡Mas sucintamente a un incinerador de restos de caballos!
Sucede simplemente que es
el lugar donde “cierto tipo de sujetos” prefieren ir a deshacerse
de un caballo anciano luego de considerar que no sirve mas para el
trabajo.
Lo llevan vivo, les pagan
una cantidad por el animal y ahí terminan por aprovechar todo lo
aprovechable (no quiero dar mas detalles) los restos, lo que no
sirve, van a dar dentro de ese gigantesco horno crematorio.
Es así como son retribuidos luego de toda una vida de servicio.
Al momento que tomé la foto
apenas si expelía una ligera fumarola blanca, pero cuando trabaja a
plena potencia lanza cantidades considerables de humo negro.
El lugar tiene muchos años
operando. Despide un hedor bastante fuerte y su fachada carece de
razón social.
Por fuera parece una simple nave industrial muy
pulcra. No se ve nada a la vista salvo los guardias en sus puestos de
vigilancia.
Desde la acera es posible
ver el patio principal. Cierto día que pasé caminando por ahí un
perro se entretenía rasgando un hueso que parecía algo así como el casco
de un caballo. Por supuesto, pensé en el casco de un caballo, pero
luego creí que mi imaginación me jugaba una pasada. Transcurrió el
tiempo, no se exactamente cuanto, supongo que por lo menos un par de
años. Yo iba conduciendo cerca del lugar cuando un caballo sale
corriendo despavorido por la puerta principal, cuatro matarifes iban corriendo tras
el. Cuando llegó al camellón central los autos tuvieron que frenar
porque el caballo se arrojó decidido al tráfico. Desde entonces no
me he podido borrar eso de la mente. Una escena bastante ingrata.
Esa es la razón por la
que escribo esto, de alguna manera, bien o mal tenía que salir.
He llegado a saber que el
suicidio existe en otras especies de animales. No se si sea el caso
de los caballos. Según leí, se tienen registros de un perro de
terranova que luego de estar varios días deprimido se intentó
ahogar lanzándose al agua. Quizás creyeron que había sido un
accidente fortuito, pero cuando lograron salvarle y sacarlo se arrojó nuevamente, al tercer intento murió. Ademas de ese se han registrado casos en otras
especies.
Recién llegó a mi
conocimiento una noticia sobre un cangrejo, que a punto de ser
cocinado vivo, cortó una de sus pinzas para escapar de la muerte.
No pongo en duda casos
como este. Los animales irracionales son seres muy inteligentes. El
hecho de no ser seres pensantes no implica que no sean inteligentes.
Schopenhauer, en su obra magna, “El mundo como voluntad y
representación” establece una distinción muy ecuánime entre
raciocinio e inteligencia, con la que no es difícil estar de
acuerdo.
En Resumen...
Un asunto muy triste y
jodido...
Hasta luego.
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