Wikipedia
Resultados de la búsqueda
martes, 30 de octubre de 2018
lunes, 29 de octubre de 2018
¿Me está usted tomando el pelo?
¿Me
está usted tomando el pelo?
Ya había visto muchas veces a aquel viejecito. Era un pobre viejecito
andrajoso y flaco con una barba larguísima. Y siempre pasaba por la
acera de la estación donde yo trabajaba, cargando un costal al hombro. Nunca
habíamos cruzado palabra y nadie de por ahí cruzaba palabra con el.
Supongo que tiene que ver con que la gente no suele tener buena
opinión sobre los vagabundos y los borrachos. Tengo un conocido
cristiano ortodoxo que asegura que los vagabundos y los borrachos son
excrementos de la sociedad y que hasta los perros les muerden y
orinan por ello. Bueno conozco mucha gente que no es necesariamente
un vagabundo. ¿Excremento? quizás si, quizás no, y los perros les orinan. No se si será casualidad o
cosas de la vida, no me detendré a indagar sobre el asunto. Pero
regresando a lo del viejito. Muchos le veían tomar la vereda colina
arriba, otros decían que vivía en la calle pero realmente nadie
sabia con certeza de dónde había salido.
Aquel
Domingo en la noche, yo estaba escuchando el Orpheus de Stravinsky,
y bebiendo una cerveza a la puerta de mi casa. Era una noche de esas
calurosas con un aroma riquísimo y que hasta pesa irse a la cama. Había
luna llena y bastaba perfectamente como para poder prescindir de
cualquier otra iluminación. Mas sin embargo yo tenía encendida la
luz delantera. Me entretenía en mirar hacia el sembrado de cebollas y mis perros
estaban conmigo. De pronto comenzaron a ladrar y vi aproximarse una
figura, se trataba de aquel viejito rijoso cargando su costal,
parecía un poco fatigado e indefenso.
-¡Buena
noche! -me dijo- siento haber asustado a tus perritos.
-Ellos
están bien -contesté
Bajé
un poco el volumen del estéreo con el control remoto. Noté que su
costal estaba casi lleno. Lo descansó sobre el piso. Y dejó escapar el aliento. Los perros comenzaron
a ladrar.
-¡Calma,
calma! es amigo... .y dirigiéndome al anciano añadí- Yo le he visto antes a usted...
-Yo
también a ti. Trabajas en la estación de la avenida ¿verdad?
-Así
es. ¿Qué recoge en su costal?
-De
todo, especialmente papel y cartón. No deja mucho pero al fin de
cuentas para que quiero mucho si no tengo en que gastarlo. ¿A quién
podría dejarle tanto dinero?
-Me
parece algo muy atinado -respondí-
Recordé
que arriba en la habitación desocupada tenía un altero de revistas y
periódicos que me estaba estorbando, así que le dije:
-Creo
que tengo algo que darle. ¡Venga pase!
-No
estoy seguro de si eso es buena idea.
-¿Qué?
… ¡Oh claro! Ellos no le harán daño, se lo aseguro...
Abrió
la verja, los perros se levantaron y comenzaron a olfatear
circunspectos y desconfiados alrededor del desconocido.
- Son buenos animalitos...
-Espere
aquí, puede sentarse, ¿Quiere una cerveza?...
El
dudó...
-¡Esta
fresca...! -añadí
-Bueno
hoy es una noche particular, está bien -dijo
-Entonces
regreso en un momento.
Le
dejé con su cerveza y fui a buscar el altero de revistas. Eran
pesadas y realmente dudé si podría con toda esa carga.
-¡Eso
es muchísimo dinero! -dijo cuando miró el montón.
-Estaban
aquí cuando me mudé. No son mías. Jamas me fumaría esto...
Entonces
el comenzó a mirarlas. Te lo agradezco mucho, me gustaría darte
algo a cambio.
-No
por favor...
-¿Entonces
puedo tomar otra cerveza?
-Claro.
Fui
a la nevera y saqué dos. Dio un trago largo...
-¡Ahjjjj!
Esta muy buena. Así fresquita... en otro tiempo yo fui buen bebedor
de cerveza, hace mucho cuando estaba casado y tenia un hogar.
-¿Un
hogar? -dije- ¿Quiere decir que ahora no lo tiene?
-Por
supuesto que lo tengo, vivo muy cerca. Pero antes era un verdadero
hogar ¡tu sabes!
-Una
buena vida... -Apunté
-Claro...
y una mujer, un hijo, y un auto... y como tu dices, era una excelente
vida.
-¿y
qué pasó?
-Bueno,
yo era profesor de filosofía en la universidad... puedes buscar mi
nombre en los archivos del setenta y siete... si tu quieres... mi nombre es...
-No
es necesario -Interrumpí- ¿Y qué sucedió?
El anciano me miró y agachó la cabeza.
Pensé
que había sido demasiado indiscreto, le pedí disculpas, pero el
siguió sin contestar.
-¿Tienes
un cigarrillo?
-Lo
siento no fumo. Pero tome otra cerveza...
-aún
tengo, -dijo el viejito
Sacó
una colilla de a medio fumar del bolsillo de su chaqueta y la
encendió.
Los
perros ladraron de nuevo.
-¡Calma,
calma...!
-No
les gusta el olor a tabaco.
-AJAMM...
No le importó el comentario. Y siguió mirando hacía el sembrado, como escudriñando mientras atacaba la colilla.
Los perros se hicieron un ovillo y se echaron de nuevo a mis pies.
Y habló.
-Bueno,
sucedió que una noche, me encontré con un hombre y me enseñó su
secreto.
-¿Qué
secreto? -dije
-Me
enseño a volar.
-¿Quiere
decir a pilotar una aeronave?
-No,
a volar. Como las aves.
Casi
suelto la carcajada. Tuve que
reprimir la risa una vez mas. Entornó sus párpados cuando dio otra
calada al cigarrillo. Estaba compartiendo mi cerveza con un
demente. Y entonces me quedó claro que su condición se debía a su locura. Pero me comporté con mucha cortesía. Y pensé: ¡Finalmente es un loco inofensivo y hasta divertido!
-¿Ah
volar? -dice.
-Como
lo oyes. -Hubo un silencio- Soltó una risa sarcástica y dijo: -Creo que tu también piensas que estoy loco.
Rasgó
la colilla en su zapato y bebió cerveza.
-Es natural... -Añadió.
Me limitaba a escuchar bebiendo de mi botella.
-No es una historia muy larga. Todos
pensaron que había enloquecido y mi mujer me internó en un
manicomio. Me trataron con electrochoques al principio, agua fría, medicinas que
me impedían pensar y luego me recluyeron...
-¿Y
cómo salió?
-Volando
, hijo, volando.
-¿Y
su mujer, y...?
-Lo
perdí todo muchacho, todo... pero no me importa. Familia, empleo,
amigos, respeto... ¿Sabes porque?... la razón es que tengo lo que nadie puede
comprar. Si quisiera podría ser inmensamente rico.
Debo
aceptar que los locos son geniales. Pero dije:
- Pues eso no puede ser cierto. No se ha sabido nada de que alguien se haya fugado de un manicomio volando.
-¡Salí
sin que me vieran! Después pensé que era mejor que todos creyeran que
estaba loco si quería vivir libre... ¿Entiendes?
Resolví
dejar de contradecirle al fin de cuentas estaba mas demente que una
cabra...
Levantó
los hombros. Miró hacia la Luna.
-¡De
verdad es una buena noche!
-Si
que lo es -contesté
-¡Es
lamentable!
-¿Qué
es lamentable?
Ignoró
esto último.
Estuvo unos instantes en actitud reflexiva, evocativa. Luego dijo:
-La
mente es increíble. Solo basta con desearlo de verdad y volarás. No
esperes lograrlo a la primera. Debes mentalizarte, todo consiste en
mentalizarte.
-¿Telequinesis?
-No
lo sé.
-¡Ah
ya entiendo! Al fin me sentí como un estúpido. Su volar se refería a soltar la mente de sus ataduras. Ahora todo me parecía mas coherente. Aquel hombre me había estado hablando en metáforas. Entonces pensé que era un poco sinverguenza.
Uno
de mis perros se arrimó al desconocido, este le palmeo la testa.
-¡Mira,
le gusto!
-Claro
-dije.
-Bueno,
es algo tarde, será mejor que me vaya, no me gusta importunar.
Gracias por las cervezas, tu obsequio y tu charla. Piénsalo. Solo
hace falta concentración.
-Si
-dije- seguro. ¡Gracias por decírmelo!
-
No me lo agradezcas.
-Bueno
será mejor que me vaya.
Comenzó
a juntar sus cosas. Le ayude a hacer un atado con las revistas.
-¿Podrá
con todo eso?
-¿Ya
me las arreglaré? -dijo él.
Regresé
a mi silla de la entrada y destapé otra cerveza. Esa noche no iría a la cama. Bebería mas y mas cerveza. ¿Qué otra cosa puede hacer el solitario?
El viejito se
sujetó el costal al hombro con unos tirantes zurcidos y luego cargó
el montón de revistas. Cuando terminó se irguió un poco y comenzó a
¡ELEVARSE! y a unos veinte metros se alejó deprisa ¡VOLANDO!
Arrojé el bote de cerveza y me levanté para ver en aquella dirección. Solo
pude distinguir una forma negra pequeña tras una luna muy grande y
cercana.
Recogí la lata de la cerveza y me quedé examinándola
muy preocupado.
Después ya
no pude verle. Erguí mi cuerpo y cerré los ojos pero no
paso nada. ¡Algo debió poner en mi cerveza! Pensé. Volví a intentarlo pero sin resultados. Nunca volví a verle.
Un
perro aulló en algún sitio, por la lejanía. Y la Luna y la noche
continuaban hermosas.
Y
como dijo el viejito esto nadie lo creerá, y yo no pido que tu lo
creas.
miércoles, 10 de octubre de 2018
Crepúsculo
Crepúsculo
Ha parado de llover, o al menos las lluvias se presentan mas ocasionales, desciende la temperatura. Es la hora del crepúsculo, y es un bonito crepúsculo; masas de nubes bien distinguibles en un cielo limpio con tonalidades de naranja. Muy relajante. Me gusta mirarlo. Sobretodo con la luz apagada... aveces acompañado de algo de buena música. De preferencia Chopin, o algo de Schubert... pero la mayoría de las veces así, en silencio, tan solo en silencio físico y mental.
lunes, 8 de octubre de 2018
El mundo es mi representación
El
mundo es mi representación
He
estado meditando un poco sobre el concepto de “Ilusión” el
famoso enunciado que Schopenhauer maneja al principio del primer
capítulo de su obra mas importante “El mundo como voluntad y
representación” y aquí
muestro un extracto:
«El
mundo es mi representación»: esta es la verdad que vale para todo
ser viviente y cognoscente, aunque solo el hombre puede llevarla a la
conciencia reflexiva abstracta: y cuando lo hace realmente, surge en
él la reflexión filosófica. Entonces le resulta claro y cierto que
no conoce ningún sol ni ninguna tierra, sino solamente un ojo que ve
el sol, una mano que siente la tierra; que el mundo que le rodea no
existe más que como representación, es decir, solo en relación con
otro ser, el representante, que es él mismo...>>
Pero
como el reconoce párrafos mas adelante ( y sobre lo que es sencillo
quedar convencidos con un somero repaso por los textos de la doctrina
“Vedanta Advaita” los “Upanishad” y demás textos
hinduismos sin pasar de largo por el “Yoga Vasistha” ya lo
he mencionado en otra ocasión) la idea ya se venía manejando desde
tiempos muy antiguos. Era una verdad bastante machacada y dice en el
mismo primer capítulo.
“Esta
verdad no es en modo alguno nueva. Se hallaba ya en las
consideraciones escépticas de las que partió Descartes. Pero fue
Berkeley el primero que la formuló claramente: con ello ha contraído
un mérito inmortal en la filosofía, si bien el resto de sus
doctrinas no se puede mantener. La primera falta de Kant fue el
descuido de ese principio, tal y como se ha explicado en el apéndice.
En el último de sus tratados: On the philosophy of the Asiatics;
Asiatic
researches, vol. IV, p.164, W.Jones atestigua lo tempranamente que la
sabiduría hindú conoció esa verdad fundamental, ya que aparece
como el principio fundamental de la filosofía vedanta atribuida al
Vyasa”
Lo
anterior no se refiere a una negación del concepto de “materia”
en otras palabras: no afirma que los árboles, las rocas, el mar no
exista; que sea una especie de fantasía o efecto de birlibirloque,
de encantamiento o magia... pues sería una estupidez pensar en algo
semejante.
Pero
a menudo tomo consciencia de lo tangible de esta verdad. ¡Y como
nuestra representación puede ser tan frágil y verse alterada por
una multitud de factores!
Incluida
nuestra apreciación al arte. Las drogas alteran esta forma de
percepción y son a mi ver el ejemplo mas claro de la alteración de nuestra representación del mundo. Por ejemplo:
Me
acuerdo de la primera vez que probé el Cannabis... me regalaron un
cogollo... y arranqué un trocito y comencé a mascarlo...
Estaba
gomoso resinoso... y en la boca se escuchaba "Squitzzz,
Squitzzz, Squitzzz..."
Pasaron
20 minutos... y me dije:
-¡no se siente nada...! cogeré otro pedazo...
Arranqué
otro pedazo, tres veces mas grande que el anterior y me lo bajé con
un buen trago de cerveza.
Lo
que mi experiencia no me iluminaba era de que aquel, era del tipo de
Cannabis mas mordedor y ponzoñoso que pudiera haber...
Para
quién no lo sepa el Cannabis si suele tener efectos alucinógenos.
Recuerdo
que fui a la cama a leer pero como no me podía concentrar, puse algo
de música y regresé a la cama. Estuve un muy buen rato así,
inmerso en una sensación de frustración. Hasta el momento no había
notado ningún síntoma fuera de lo común. Y comencé a dudar (como
todo primerizo) si no me habían dado gato por liebre.
Todo
sucedió muy repentino. De forma rápida, fugaz, vi como una araña
negra de unos cinco centímetros estaba trepando por mi brazo y
recuerdo que me lo tomé con mucha tranquilidad
-¡JAJA!
una araña...
Me
tiré a la cama nuevamente, y al instante me levanto como un
condenado...
-¡Mierda
una araña! -exclamé
Busqué
la araña por toda la cama y no había nada.
Lo
siguiente fue una alteración en la percepción del color rojo. Todo
lo veía mas caliente, el blanco era blanco pero con algo de matices
rojos, un poco anaranjado, no sé si me explique. Luego comenzó esa
sensación de distorsión, como si las cosas estuviesen echas de
gelatina. Y la sed..., una sed intensa.
Claramente
podía percibir como si mi temperatura corporal se hubiese disparado
hasta 45° me alarmé un poco. Fui por el termómetro y era de 36.4°
si mal no recuerdo. El termómetro se me cayó al piso y el mercurio
se desperdigó. Algo muy notorio que recuerdo es que cualquier objeto
lo examinaba con un interés especial. Realmente convencido de que
había algo interesante en ellos. Y aquí es donde entra una vez mas
el concepto de “El mundo es mi percepción”
En
ese estado mi consciencia percibía las cosas de una manera distinta
a lo común. Lo que no era tan bello me parecía mas bello, lo que no
era feo lo hacía ver en lo que parecía su estado mas objetivo...
Algún día me extenderé mas sobre todo esto. Aquella experiencia
fue muy divertida, una especie de juego. Pienso que podría servir para ejemplificar de una manera mas o menos próxima esa frase "El mundo es mi representación"
Por último. Existen algunos libros muy interesantes que tratan el tema de la percepción y las drogas de una manera mas exhaustiva...
Por último. Existen algunos libros muy interesantes que tratan el tema de la percepción y las drogas de una manera mas exhaustiva...
Aquí
les dejo la lista con tres de los mejores ejemplares para quién
desee ahondar en el tema.
1.-
Las puertas de la percepción--- Aldous Huxley
2.-
Sobre el Hachís --- Walter Benjamin
3.-Paraísos
Artificiales --- Charles Baudelaire
lunes, 1 de octubre de 2018
Noche de Otoño
Noche de Otoño
Primero las tardes se
hicieron mas frías y húmedas. El cielo se cubrió y de vez en
cuando se dejó sentir una lluvia fina y escueta, alternadas con
otras mas fuertes que arrastraron el fango y piedras colina abajo.
Cuando finalmente parecían a punto de soltar, la temperatura subió
y todo el fango depositado en la carretera proveniente de la ladera se secó y los autos levantaron una nube de polvo al pasar.
Tres días consecutivos sin lluvia y cielo encapotado durante la noche. Pero las
últimas lluvias del Verano comenzaron nuevamente la penúltima
semana de Septiembre y se mantuvieron toda la primer semana de Otoño.
Neblina por las mañanas, sol, y tormentas. Verdaderas tormentas por las tardes; quiero decir, truenos
relámpagos, colinas desgajadas, calles inundadas. Verdaderas
trombas. Por la mañana todo como si nada hubiese sucedido, los
pajarillos trinando, el cielo despejado. Un sol que parecía sonreír.
¡JAJA!
En todo ese tiempo las
nubes manutuvieron cubierto el cielo desde media tarde al amanecer del día siguiente.
Finalmente a la segunda noche de esta semana y
de la última lluvia, una estrella se mostró nítida tras un hueco
de las masas de nubes. El cielo escampó por un instante. Debía darme prisa. Las nubes
dieron paso a la luz lunar. La noche se hizo clara. La tierra húmeda. Y ahí esta; es simplemente una noche de Otoño. La imagen
lo dice todo. No hay nada mas que agregar. He esperado mucho para
sacar esta instantánea. Mirando al cielo todas las noches.
Significa mucho para mí
en lo sentimental. Es un secreto. Algo simbólico. Tiene que ver con
cierta posición de las estrellas que se repite año con año y se
configura solo en esta estación hasta el inicio de Primavera.
Siempre he creído que
mirar el cielo tiene su encanto; pero un encanto romántico y
melancólico.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)