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sábado, 9 de abril de 2022

El mundo desde la ciencia y la humanidad


La foto de la izquierda muestra cuatro rayos láser apuntando a una nebulosa, desde el VLT (Very Large Telescope) formado por cuatro unidades y ubicado en el cerro Paranal, Antofagasta en Chile, con el objeto de conseguir una excepcional fotografía del fenómeno llamado Nebulosa Carina.

El mundo se puede explicar en el dominio de las humanidades y en el dominio de las ciencias. Se puede manifestar una visión basada en la (filosofía, en la literatura, la espiritualidad) y la ciencia. Ambas igual de fascinantes. Si se es un tipo capaz de saber sentir la belleza del mundo desde diferentes dominios, entonces se puede decir que se es un tipo muy afortunado.


Si se observa el horizonte en el cuál se encuentra formándose una tormenta; se puede manifestar una visión literaria, pictórica, filosófica e incluso espiritual. Pero también una explicación científica, la cuál no carece de fascinación.


En el mundo de la ciencia, existe un instrumento llamado osciloscopio; el que nos permite visualizar cualquier tipo de variación analógica que suceda en la naturaleza o nuestro cuerpo: ver las formas de ondas de las señales acústicas, monitorear los latidos del corazón, visualizar ondas cerebrales, o cualquier fenómeno físico que varíe en el tiempo mediante señales eléctricas; según el transductor adecuado para tal fin.

Cualquiera que haya trabajado con el instrumento debería haberse percatado de que si se dejan las sondas de medición desconectadas de una fuente primaria de señal, la linea horizontal del aparato no cesará de registrar la medición de amplitud de diversas señales provenientes de algún sitio. Siempre creí que eso era debido al ruido de lineas de transmisión o perturbaciones electromagnéticas cercanas (lo cual es correcto) pero el día que me enteré que muchas de esas ondas que la pantalla del instrumento dibujaba correspondían a perturbaciones electromagnéticas causadas por el estallido de galaxias lejanas, y que han viajado durante miles de años luz surcando el espacio hasta las puntas de medición de ese instrumento, o las perturbaciones generadas por las descargas atmosféricas producidas en sitios remotos de la tierra, entonces comprendí que la explicación científica posee su belleza. En lo personal, me causa una emoción muy especial, saber que alguna de esas perturbaciones que estoy mirando han viajado por el espacio y puedo ser testigo de su existencia. Aunque creo que muy pocos comprenderán la emoción sobre la que hablo. Y es un ejemplo perfecto donde la ciencia, lo poético, lo trascendental y la filosofía convergen de alguna manera y ninguna interpretación del mundo se encuentra en pugna. Creo que la pugna la provocamos nosotros mismos con nuestras miras y mentes estrechas azotadas por la ignorancia.