Bueno,
solemos quejarnos muy a menudo. Nos quejamos que las cosas no marchan
bien, protestamos por todo, por la falta de solidaridad de los
demás, la falta de empatía, el individualismo, el nacionalismo, la
falsedad, la mentira... No veo que hagamos mucho al respecto.
Realmente no veo que hagamos nada al respecto. ¿Quién está
dispuesto a cambiar?
Todos
podemos afirmar que entre los hombres de diferentes nacionalidades no
hay una diferencia intrínseca, que todos deberíamos ser como
hermanos, que debería existir amor. ¡Bueno! ¿Cuántos somos
capaces de verlo realmente y decir: Mientras existan banderas y
lineas territoriales imaginarias impuestas por el hombre, no hay amor
ni sentimientos genuinos?
El
Francés sigue mirando el mundo como Francés. El Británico y el
Americano y el Chino hace lo propio. Y estallan guerras y los hombres
pierden la vida por idealismos falsos y absurdos. Por defender ese
fantasma patriotero que les han endilgado a lo largo de los tiempos.
¿Cómo
podemos pedir hermandad si no comenzamos por dejar
de pensar como nacionalistas y aprender a ver a los demás como seres
humanos? Es el primer paso para atacar el individualismo. El
pensamiento dualista; germen del pensamiento machista y el
pensamiento feminista y toda clase de impedimento para encontrar la
verdadera amistad, el amor y la generosidad.
La
solución es evidente; “Un verdadero cambio comienza por nosotros
mismos” Si nos negamos a ello entonces es imposible. Mas vale
entonces no protestar. Si los viejos vicios y las ideas encarnadas sin fundamento pesan mas, mejor es callar.
Solo opera un verdadero descubrimiento cuando nos damos cuenta de la verdad de la mentira.
Penoso pero así es... vivimos en sociedades individualistas y mezquinas.
Solo opera un verdadero descubrimiento cuando nos damos cuenta de la verdad de la mentira.
Penoso pero así es... vivimos en sociedades individualistas y mezquinas.