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sábado, 19 de marzo de 2022

El hijo de Einstein


 

Se cuenta que Marylin Monroe estaba prendada de la inteligencia de Einstein. Noche y día no hacía mas que pensar en ello. Y a diario, siempre que se sentaba ante el tocador a recomponerse el peinado y empolvarse un poco el rostro, admiraba su belleza en el espejo y declaraba: ¡Que pudiera unir su inteligencia y mi belleza en un nuevo ser... sería la persona perfecta!... Y así pasó algún tiempo. Sumida en desesperación y ensueños.

Hasta que un buen día, sintiéndose cerca del límite a perder la razón, al no poder mas, fue a ver al físico a su oficina. 

Einstein se encontraba trabajando en unas ecuaciones diferenciales sobre su sillón favorito. Hacía solo unos minutos que la secretaria le acababa de servir el café y se había marchado cuando Marylin irrumpió violentamente, encubierta en una caperuza verde y aterciopelada. Estaba lindísima, con un mechón de pelo rubio saliendo de la caperuza, y declaró exultante: ¡No puedo mas, hazme tuya! hagamos un hijo que tenga tu inteligencia y mi belleza. ¡Siempre lo he deseado! ¡Hagamos el ser perfecto!

Einstein se retiró la pipa de los labios, estuvo algún momento pensativo mirando a un punto fijo, se olisqueó el bigote , miró las ecuaciones, dejó el cuaderno y dijo palmeando las manos al tiempo que se levantaba y suspiraba:

¡Con todo gusto!

Lo hicieron sobre la alfombra. Einstein lo hacía como un toro. Tumbaron la mesita del café y este se derramó y empapó el sillón de un costado.

Cuando terminaron Marylin estaba radiante, al fin su deseo iba a ser una realidad. Pero Einstein permanecía dubitativo. Era evidente que algo le preocupaba. Al final dijo:

-Señora...

Marylin se ocupaba en acomodarse el sostén... 

-Permitame que le ayude con eso y mientras tanto le digo...

Ya que tendremos un hijo...

-Ella le escuchaba atentamente-

...desde que irrumpió aquí, no ha parado de dar vueltas a mi cabeza una preocupación. Digamos periférica. Un problema periférico... Si. Ese es el término.  ¿Y si el niño atribuido mi belleza y la inteligencia de usted?

Entonces lo comprendió todo

Marylin se tiró a llorar.

-Oh no,no... ¡Viejo zorro! eso no puede ser verdad, se aprovechó de mi. Y salió lo mas rápido que pudo de la oficina. 

Y para quién dude de esta historia; a toda la gente con miopía le conmino a retirarse las gafas, mirar de cerca la foto y después irse alejando de a poco. El resultado les sorprenderá. 

Aveces los rumores terminan siendo verdades.


viernes, 18 de marzo de 2022

Alucinaciones Hipnagógicas

 A menudo cuando me tiro en la cama a una hora arbitraría del día, y con la mente y cuerpo en reposo, experimento una deliciosa necesidad de dormir que supera toda resistencia. Los parpados se me cierran de forma involuntaria. Al estar atrapado ya en ese estado se corre el telón y el show comienza.

Una nutrida multitud de formas en gris no cesan de transformarse en las topologías mas extrañas y atrayentes. Es como si todo surgiera de una masilla que no para de transformarse de forma continua y veloz. De ver una masilla o una mancha, de pronto se ha transformado en figuras geométricas mas definidas y concisas que giran, se ladean y se mueven en todas direcciones. Las transformaciones se suceden unas a otras rápidamente. No como secuencia, si no, figuras que surgen de esas mismas figuras y que no parecen guardar relación alguna, para transformarse en una figura humana o animal: “Una bandada de aves que surcan a lo lejos del expectador un cielo de fondo de gris claro y un sol en relieve” “Las copas de una selva de palmeras en algún lugar paradisíaco...” “una carretera interminable que divide un desierto de dunas a la mitad...”

Me parece que contemplar el proceso en las que estas visiones se retuercen, alargan, aplanan y modelan para dar paso a otra visión distinta es de lo mas interesante.

De ver una taza humeante (probablemente con café), esta se transforma en un banjo, de ahí sigue un violín y del violín surgir de forma inesperada el rostro de una pantera de ojos chispeantes y llameantes que corre hacía a mi para desvanecerse justo antes de alcanzarme.

En algunas ocasiones las visiones toman color y una forma más tridimensional.

Recuerdo una en especial, demasiado cómica: La imagen es una plaza atestada de gente con atuendos antiguos de la época romana. Escuchaban el discurso de un político que no era Julio César, ni Marco Tulio Cicerón... si no un político del que se ha escuchado mucho actualmente en mi país (López Obrador). En cierto momento hubo un abucheo y risas al que siguieron gritos de horror de las masas, y es que la cabeza del político se había desprendido de su cuerpo y comenzó a correr tras la gente abriendo y cerrando la mandíbula con la intención de morderles el trasero como forma de venganza. Se daba de nariz contra las puertas que se cerraban y la cabeza, rebotaba, se sacudía y se volteaba furiosa a buscar a otro mas para morder, pero pasaba igual una y otra vez, le daban nariz contra la puerta justo en el momento que les iba a coger la pantorrilla.

Al final, luego de no lograr su objetivo se quedó rebotando por ahí como una pelota de goma con gesto estúpido... La visión cambió, desperté o seguí dormido. No lo recuerdo.


En una ocasión tuve una experiencia de lo mas fascinante. Fui a la cama con “En el camino” de Jack Kerouac... estuve leyendo por unas tres horas. La novela me tenía tan enganchado y me sentía tan compenetrado con los personajes que al final, cuando vi que pasaba de la una de la mañana, tuve que suspender no sin cierto descontento. Pensé que no podría dormir por el estado tan alterado que me encontraba pero fue al contrario. El sueño me sobrevino al poco rato y mi cerebro tejió una continuación al relato justo donde había quedado pendiente la novela. No sé cuánto duraría aquello pero podía ver a los personajes con claridad, escuchar las conversaciones, y apreciar las acciones hacía una continuación apartada de la del libro (naturalmente) pero al final de cuentas un camino diferente.

La misma experiencia he logrado tenerla con varias novelas que me mantienen enganchado y leo durante la noche.

De lo que si estoy seguro es de que estas alucinaciones me surgen involuntarias, no puedo invocarlas ni controlarlas. Discurren a su libre arbitrio y en todas yo soy mero espectador.

Es solo en los sueños cuando paso de ser espectador a interactuar.

El 90% de esas alucinaciones tienden a olvidarse. Discurren en su plano propio no se mezclan con la realidad. Algunas son tan bellas que parecen tener un mensaje oculto, en ese momento de algún lugar entrañable surge mi consciencia y logra despertarme, tomo nota a toda velocidad de ello y de ahí surge algún poema o la semilla para algún relato.

Las visiones abren paso al espacio exterior. Las constelaciones cobran vida y el brillo de las estrellas es muy intenso.


De forma reciente he comenzado a experimentar algunas alucinaciones justo en el momento de despertar. Hace unos meses, al despertar tuve la visión de dos cucarachas de un medio metro (una tras de otra) bajar del techo y deslizarse por la pared para desvanecerse justo al llegar a mi escritorio.


Esta noche pasada fui a la cama en un estado de cansancio anormal. Fue una semana de mucha presión y estrés, así que hoy decidí tomar el día para mi mismo y desconectarme un poco de todo. Por la mañana algo debió despertarme. El aspecto cómico, es que por el instante que desperté, dije en voz alta:

¡Hoy no, hoy no... Hoy las alarmas se van a tomar por culo!!! Mi mano izquierda tomó un control remoto imaginario y desactivo todo para seguir durmiendo plácidamente un rato mas. Fue una sensación buenísima.